Sonia Aparicio @soniaparicio
¿Por qué si hay tantos planetas que podrían albergar vida inteligente, ninguna civilización extraterrestre se ha puesto en contacto con nosotros? Este interrogante es conocido como la paradoja de Fermi, que debe su nombre a uno de los científicos más destacados del siglo pasado: el físico italiano Enrico Fermi, premiado en 1938 con el Nobel por sus investigaciones sobre la radiactividad inducida y miembro del equipo de investigación y desarrollo que durante la Segunda Guerra Mundial produjo las primeras armas nucleares. Desde su primer enunciado —dicen que en 1950, durante una conversación informal de laboratorio—, los círculos científicos y académicos siempre han tenido presente en la búsqueda de vida inteligente esta contradicción entre conocimiento real y evidencias, que sugiere que nuestro saber o nuestras observaciones son en ocasiones defectuosos o incompletos. Si hay alrededor de cien mil millones de galaxias, en cada una de ellas en torno a cien mil millones de estrellas, y aproximadamente un planeta por cada estrella, ¿dónde están todos? La respuesta que daba Fermi a su propia paradoja es que toda civilización avanzada desarrolla con su tecnología el potencial de exterminarse. Busque las siete diferencias (espóiler: no las encontrará…).